El príncipe Guillermo Alejandro y la princesa Máxima han abandonado esta mañana el hospital de Bronovo de La Haya, acompañados de su nueva hija, que ocupa la cuarta posición en la línea de sucesión al trono, y ya se encuentran de vuelta en su domicilio. Una casa en la que el Heredero se sentirá como gallo en el gallinero conviviendo con cuatro mujeres, como ha reconocido esta mañana durante la presentación de su hija pequeña en el centro hospitalario. “En los últimos cuarenta años me he llevado bien con las mujeres. Esa experiencia me vendrá bien ahora”, bromeó el Príncipe.Con el nacimiento de una nueva niña en el matrimonio Orange, vuelve a cumplirse la ya tradicional regla para los Herederos a la corona de Holanda de concebir descendencia de un solo sexo. Sucedió con la reina Juliana, que tuvo cuatro hijas -entre ellas la reina Beatriz-; con la actual soberana holandesa, que tuvo tres varones –entre ellos el príncipe Guillermo-, y ahora con los príncipes Guillermo y Máxima, que cuentan con tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y la recién nacida."Un bebé ejemplar"Aunque el sexo del bebé no tiene relevancia legal desde la modificación de la Constitución en 1983 –que abolió la ley Sálica y que establecía que el primer nacido sería el Heredero del trono-, según estudios de opinión, muchos holandeses esperaban, sin embargo, que el nuevo miembro de la Familia Real holandesa se tratara de un varón. No así sus padres que no quisieron conocer el sexo del bebé hasta el final y sólo se preocuban de su estado de salud: “Dejaremos que nos sorprenda”, declaró el Príncipe a principios de año. “Lo mas importante es que sea un hijo sano”, añadió la princesa Máxima.Lo cierto es que todos en Palacio están encantados con la llegada al mundo de esta nueva niña, a la que su padre calificó en su comparecencia ante los medios de comunicación como “un bebé ejemplar”. De hecho, la noche que los Príncipes de Orange y la niña pasaron en el hospital, la recién nacida sólo se despertó en una ocasión. Para comer. Además de buen carácter, la niña tiene una nariz pequeña y grandes ojos, según el Heredero. “Aunque la niña cambia por momentos”, dijo el Príncipe.
Quienes han recibido una gran sorpresa al encontrarse cara a cara con la pequeña han sido Amalia y Alexia, que hasta su llegada no han tenido noticia del nacimiento de su nueva hermana. “Queremos contárselo cuando lleguemos a casa, con el bebé”, había declarado el Príncipe.Primeras visitas y felicitacionesLos abuelos de la criatura fueron las primeras visitas que recibieron madre e hija en el hospital. La reina Beatriz, pletórica, se desplazó de forma inmediata al centro médico para conocer a su octava nieta y los padres de la princesa Máxima, instalados en Holanda, acudieron también rápidamente a la clínica para acompañar a su hija tras el feliz acontecimiento.En cuanto a las felicitaciones, los obispos de Holanda fueron de los primeros en transmitirles su más sincera enhorabuena a los Príncipes de Orange, así como el primer ministro Jan Meter Balkenende, que felicitó a la pareja en nombre de los holandeses en un discurso televisado. El primer ministro Jan Meter Balkenende declaró que poco después del nacimiento que se había puesto en contacto con el “feliz padre” y que “tanto la madre como la niña se encuentran estupendamente”.El Primer Ministro deseó a la recién nacida mucha felicidad, suerte y salud y declaró que espera que la juventud de la Princesa sea todo lo normal posible. Asimismo, Balkenende dijo estar orgulloso de la familia del Príncipe de Orange y del papel vinculante de la Casa Real en la sociedad.
